Fue en Venecia. Caminábamos por una de sus tantas calles estrechas, cuando vi que en una barra-cafetería pintaban vasos tamaño expreso con pasta de avellana.
¡Café con Nutella! Después le echaron un shot de café. Costaba 1 euro, así es que probé.
Nunca me olvidé de la textura cremosa y sabor de los dioses. No volví a encontrar la misma preparación.
Hasta ayer que pasaba frente al Lavazza de Parque Arauco y vi que preparaban uno.
Fue delicioso volver a tomarlo. No sabía, pero se llama Nocciolato. La única diferencia es que acá le echan chantilly y avellana picada encima. Vayan por el suyo. #SOYprueboytecuento