Mis experiencias anteriores con esta cepa fueron en versión blend. Por lo mismo, sentirla en solitario se convirtió en toda una aventura de aromas y gustos. Aventura digna de repetir.
El Cabernet Franc no es de mis vinos de cabecera, pero siempre estoy dispuesta a dejarme sorprender o desilusionar con lo que ofrece un viñedo. En ese sentido, Viña Maquis siempre se las ha arreglado para conquistar los sentidos de sus consumidores.
Al descorchar el Gran Reserva Cabernet Franc 2017, lo primero que llegó a mi nariz fue un marcado aroma a fruta. A frutillas para ser más exacta. Rico y suave. Apenas se percibe el alcohol. Hay un buen equilibrio ahí.
Algo similar pasó en boca con la acidez. El primer touch fue ácido, pero se desvaneció rápido, dando protagonismo a lo frutal. No es áspero y su color es granate oscuro.
Un buen match, a mi parecer, son las pastas con salsas rojas. Yo hice el tasting con lo que tenía a mano, así es que maridé con un queso maduro. Un grana padano y funcionó súper bien.
Si no son de vinos fuertes, el Cabernet Franc puede ser una buena opción en tu copa. Este Gran Reserva vale $10.300 en El Mundo del Vino, pero lo googleé y lo encontré con un 38% de descuento en www.ripley.cl y www.booz.cl. #SOYprueboytecuento
