#prueboytecuentoONTOUR Como ya les conté en una nota anterior, es un estado que supera los 44 millones de habitantes, así es que se imaginarán la cantidad de cosas que se pueden hacer en esta metrópoli de #Brasil. Y comer cositas ricas es una de las tantas.
Abro el pool de reviews centrada sólo en el #GranSãoPaulo (22 millones de habitantes y 39 municipios) con las clásicas ferias libres de domingo. Como les comenté en la nota anterior, en estas reseñas no repasaré los lugares de los que ya se ha escrito mucho.
Así es que me fui a la Feria Jardim Susana, ubicada en el distrito de Socorro, zona sur: está en la Avenida Inácio Cunha Leme. Al dar los primeros pasos por sus calles, el aroma a mango, guayaba y maracuyá abren los sentidos. Aromas que no solemos sentir en Chile y que se disfrutan.
Es un agrado ver a todo tipo de brasileros transitando por el lugar, haciendo sus compras o simplemente disfrutando de un refrescante Caldo de Cana o jugo hecho con caña de azúcar.
CALDO DE CANA
Ahí me quiero detener. He estado varias veces en Brasil y amo el sabor del caldo de cana, porque es naturalmente dulce, su textura es consistente, firme porque NO lo mezclan con agua y lo sirven heladísimo.
Uno se lo puede tomar solo, con jugo de limón sutil o jugo de piña. Esas mezclas también son muy buenas.
Su preparación es bien interesante, porque se trata de varas de caña súper duras que se mantienen en frío (muy parecidas a las del bambú) y se meten en una máquina que las aplasta varias veces.
Ahí la magia acontece y de ese palo rígido comienza a salir el jugo. Lo cuelan y a disfrutar. Háganme caso y pruébenlo.
¿A qué se asemeja su sabor? A nada que hayan probado en Chile. Nuevas experiencias que hay que vivir. La Rafita (10) vio el color verde del caldo de cana y sin siquiera probarlo dijo “no me gusta”, jajaja. Un clásico infantil.
Con Marido (@kleberos) le insistimos y terminó tomándose el vaso más grande. Una refrescante delicia. Sobre todo en una ciudad en donde la humedad y calor gobiernan el clima.
Los valores vs. tamaño son súper convenientes. OJO, no sólo manejen dólares cuando se vayan de viaje, sino también la moneda local, en este caso el Real.
Hay caldo de cana en 4 tamaños:
- Pequeño (300ml) a R$7 o $1.286.
- Mediano (400ml) a R$8 o $1.470.
- Grande (500ml) a R$9 o $1.654.
- Súper (700ml) a R$12 o $2.205.
PASTEL
Otro imperdible de la feria es el Pastel, una especie de empanada frita rectangular con todo tipo de rellenos, siendo el queso la base de varios de las opciones. Pero no cualquier queso, sino que el más popular de Brasil: el catupiry. Aunque tienen pasteles con todo tipo de quesos.
El catupiry es típico de Minas Gerais, es ultra cremoso, pastoso, saladito. Me comí un pastel de catupiry con camarones gigantes que estaba realmente delicioso. Y lo dice alguien que odia la fritanga por lo poco saludable.
Al menos en la barraquita de Pastel Higa te entregan el pastel con el aceite bastante escurrido, calientito, súper crujiente y con una generosa cantidad de relleno. Eso sin contar que el tamaño de esta especie de empanada es grande por lo que con 1 quedas satisfecho.
Pero, claro, las ganas de probar y probar las distintas variedades me llevaron a seguir comiendo, jajajá. Volví con 3 kilos extra de Brasil… Todo por trabajo.
Para que se hagan una idea hay de carne, carne y queso, bacalao, carne cheddar, carne huevo, pizza, palmito, calabresa con catupiry, atún con queso, 4 quesos, plátano con chocolate o con canela, etc. Los pasteles valen R$10 o $1.845. Me parece que el precio también es razonable.
KIBE
¿Alguna otra cosita? Sí, Kibe esas clásicas bolitas árabes de carne que se comen fritas o crudas, pero que en la feria son de tamaño XL, de distinta forma y sólo en opción fritas. También valen R$10 y, qué quieren que les diga… Todo lo que comí estaba buenísimo y no quedé con la pancita pesada.
Los invito a visitar las ferias libres de São Paulo y probar comida diferente, sabrosa y típica. No sólo los platos gourmet te van a sorprender. #SOYprueboytecuento